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el periodico de saltillo

Marzo 2018

Edición No. 349


EPN insiste que le reconozcan sus méritos

José Guadalupe Robledo Guerrero.

A menos de 9 meses de que Enrique Peña Nieto entregue el poder presidencial, se ha empecinado en lograr que el pueblo de México -a quien durante su gobierno ha agredido hasta el repudio-, reconozca sus méritos.

Pese a todo lo malo que ha sucedido en su nefasto gobierno, Peña Nieto sueña con terminar su sexenio con el reconocimiento de los mexicanos. Pero ¿Qué es lo que EPN quiere que se le reconozca? ¿La corrupción nunca vista en México, que comenzó desde antes que fuera presidente, cuyo saqueo de los gobernadores priistas sirvió para entronizarlo en el poder, y que luego continúo para pagarse los favores de llevarlo a la Presidencia?

De veras Peña Nieto desea que le reconozcamos la brutal inseguridad que mantuvo en su gobierno, la impunidad como sello de su “administración”, el incremento sin justificación de la deuda de la nación, la inflación que provocó con sus gasolinazos y su política económica errónea que ha sostenido durante un lustro y lo que falta del sexenio.

Querrá el peor presidente que ha tenido México que le reconozcamos que gracias a su incapacidad, dejadez y frivolidad ha dividido a los mexicanos a tal grado que ha puesto al país en condiciones de una revuelta social, y que ahora lo único que le preocupa es su impunidad para no ser perseguido por la justicia.

El único mérito de Peña Nieto, además de la corrupción, la impunidad y el cinismo, ha sido el caos, la confusión y el desorden que ha creado al final de su gobierno al insistir imponer a su sucesor, enfrentándose con sus opositores. De allí la exigencia del candidato presidencial panista, Ricardo Anaya Cortés, de que saque las manos del proceso electoral, y la promesa de que lo llevará a prisión, lo cual es lo único que merece según el sentir del grueso de los mexicanos.

Es cierto, los mexicanos tenemos ante nosotros el evento más importante de la historia moderna: las próximas elecciones presidenciales, de las cuales depende no sólo el arribo de un nuevo presidente, sea cual fuere, sino la paz y la estabilidad social del pueblo de México, necesarias para sacar al país de la debacle en que nos metió el gobierno peñanietista, además de la lacerante pobreza de millones de mexicanos.

Es hora pues, que los mexicanos reflexionemos e intervengamos para evitar que nuestra nación se sumerja en una lucha fraticida, que sea aprovechada por las fuerzas criminales que hoy asolan al país.

Por ese motivo, debemos exigir que Peña Nieto deje de intervenir en las elecciones, y que sean los mexicanos quienes decidan el futuro de la nación, tal y como lo señaló Andrés Manuel López Obrador en la 81 Convención Bancaria.

Finalmente, Peña Nieto ya construyó su destino, se enriqueció hasta la saciedad, le dio impunidad a sus cómplices, vendió los últimos recursos nacionales y empeñó al país con una deuda impagable y sin precedentes.

Ahora es tiempo de que pague todos sus latrocinios. Y si hace lo conducente hasta es posible de que se salve de la ira popular y sea perdonado. Quizás esto ningún asesor se lo ha dicho, pero es hora que alguien señale esa posibilidad por tanto daño que hizo...

 
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